El dominicano Ervin Santana lanzó ayer miércoles el primer juego sin hit de los Angelinos en 27 años, ponchando a diez, y ajustó cuentas con una novena que lo tenía maltratado al encaminar a su equipo a una victoria por 3-1 sobre los Indios.
Santana permitió solo dos corredores: el primer bateador que enfrentó, que se le embasó aprovechando un error, y otro con una caminata en la octava.
El serpentinero (6-8) maniató a la batería de Cleveland durante todo el encuentro y tiró el primer juego sin hit solitario de los Angelinos desde que Mike Witt lanzó un juego perfecto el 30 de septiembre de 1984.
El 11 de abril de 1990 hubo un juego sin hit combinado de Mark Langston (7 innings) y Mike Witt (2) en una victoria 1-0 sobre Seattle.
Santana dijo que comenzó a creer posible que lanzaría el juego sin hit después de resolver la octava entrada.
“Muchos pitchers sienten esto después de cinco o seis innings, pero ahí es donde las cosas se comienzan a complicar”, dijo el quisqueyano.
Fue el sexto juego sin hit de un dominicano y el tercero que se registra esta temporada en las mayores. Uno de ellos fue obra de otro dominicano, Francisco Liriano, de los Mellizos, el 3 de mayo ante los Medias Blancas.
El otro lo tiró el astro de Detroit Justin Verlander contra los Azulejos el 7 de mayo.
Los otros dominicanos que tiraron juegos sin hit en las grandes ligas son Ubaldo Jiménez, Ramón Martínez, José Jiménez y Juan Marichal.
Santana dijo que empezó a pensar en la posibilidad de un juego sin hit recién cuando sorteó la octava entrada.
El pitcher sabe de qué habla. En su última apertura no permitió hits en las primeras cinco entradas contra Baltimore.
Este fue además el primer no hitter en el Progressive Field, un parque que abrió sus puertas como Jacobs Field en 1994.
El último pitcher que había mantenido a los Indios sin hits fue Jim Abbott, de los Yanquis, el 4 de septiembre de 1993.
El desempeño de Santana fue una sorpresa, ya que su foja contra Cleveland era terrible: tenía marca de 0-6 con efectividad de 4.98 en diez aperturas.
“Nunca gano contra ellos”, dijo el pitcher.
Lo más cerca que estuvo Cleveland de un hit fue cuando el novato Jason Kipnis abrió la sexta con una rola que no pudo ser atrapada por Santana. Pero el segunda base Howie Kendrick se tiró, fildeó la pelota y la tiró de rodillas al inicialista Mark Trumbo, que puso out al corredor.
Santana hizo 105 lanzamientos, 76 de ellos a la zona de strike. Nueve veces puso la cuenta 0-2.
Los 21.546 aficionados, muchos de ellos en su hora de almuerzo ya que el partido se jugó al mediodía, aplaudieron cuando Lonnie Chisenhall caminó con un out en la octava. Pero en las tribunas reinó mayormente un silencio expectante y todo el mundo estaba pendiente del no hitter.
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