jueves, 29 de diciembre de 2011

Hospital José María Cabral y Báez Escándalos cubren las pocas luces del hospital José María Cabral y Báez


Santiago,
Las autoridades del hospital José María Cabral y Báez, en Santiago, hacen lo posible por resolver un escándalo que se ha desatado a raíz de las denuncias de familiares de un paciente, quienes acusan a un presunto médico de mala práctica y estafa.

Mientras se discute si el médico, identificado solo como el doctor Alcántara, es médico o no, la gerencia del nosocomio ha anunciado un reforzamiento en las medidas de seguridad para evitar que los intrusos hagan de la suya en el centro asistencial.

La situación con el presunto médico ha trascendido esta vez, por la denuncia puesta por los parientes de pacientes que se sintieron estafados, además que se presume se puso en peligro la vida de personas, por las supuestas malas prácticas del apócrifo médico.

No es la primera vez que se hace público que personas ajenas al Cabral y Báez, extorsionan a pacientes y no se resuelve la situación, de este mismo año hay un caso de un presunto médico que fue apresado en el Ensanche Espaillat, pero se desconoce el desenlace del proceso se inició para corregir la transgresión.

Este martes, los médicos Yadira Pérez y Rolando Báez, vice ministra de Salud y director del Cabral y Báez, anunciaron como primeras medidas el reforzamiento de la seguridad, pero a su vez reconocieron que ha habido fallas en los controles que tienen que ver con el acceso de personas a áreas restringidas del hospital.

Báez incluso dijo que Alcántara habría llegado a la Emergencia como colaborador.

Para aclarar la situación se anunció un proceso de investigación con la intención interrogar a parte del personal médico que tiene que ver con la situación que se ha denunciando, en perjuicio del centro de salud y los pacientes.

Una muestra de la debilidad en el manejo de la seguridad del Cabral y Báez lo comprueba el hecho de que en una ocasión se carnetizó a todo el personal y luego algunas enfermeras no pudieron entrar a su área de trabajo por no llevar consigo sus tarjetas de identidad.

En medio del proceso de investigación de estos hechos, sectores ligados al desenvolvimiento del centro de salud, han señalado que parte del personal de enfermería está vinculado al presunto médico, versión que el secretario general del gremio de salud, Silvano Geraldino, niega.

“Esa persona es conocida por cierto personal del hospital y creo que no será tan difícil llegar hasta él”, afirmó este martes Rolando Báez, quien prometió resolver los conflictos del hospital, para lo cual pidió que le dieran al menos un mes de trabajo, esto lo dijo al asumir el cargo hace ya dos meses.

El apócrifo médico, quien se hacía pasar como el doctor Alcántara, es un hombre de tez oscura y tamaño mediano, según lo describen los afectados.

Félix Quiroz, padre de Johnny Quiroz, uno de los pacientes que aseguran fueron afectados en términos médicos y estafados con RD$10,000.00 contó que las conexiones del hombre en el centro eran tan fuertes que en varias ocasiones llamaba por sus nombres a otros médicos y enfermeras, situación que hizo pensar a los afectados que se trataba de un miembro del personal médico del Cabral y Báez.

Ni se salva ni se muere

El pasado 20 de octubre, el director del hospital José María Cabral y Báez, Rolando Báez, admitió la sobrevaluación de facturas en la compra de productos de limpieza, al punto de que un galón de cloro al hospital le costaba sobre los RD$180.00.

El funcionario dijo además que muchos ex empleados cancelados del área de administración seguían cobrando de manera regular en el centro. Ahora se suma el escándalo del presunto médico.

Este tema surge aún cuando las situaciones anteriores, como el robo de medicamentos, denunciado el pasado mes de abril, con el apresamiento y posterior puesta en liberta de la enfermera Sandra Medina, quien dijo que “aquí son los grandes los que roban”, no se han aclarado.

Tampoco se ha aclarado el robo de un ventilador de cerca de RD$2 millones desaparecido desde el 28 de agosto del año 2007, cuando la gerencia del hospital pagaba RD$78,000.00 al mes al personal de seguridad de la empresa Vedosa, un servicio adicional que contrató, del cual prescindió en octubre de ese año.

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