Los dos principales candidatos a la Presidencia de la República Dominicana inician hoy la quema de sus últimos cartuchos a solo siete días para las elecciones generales de este 20 de mayo, atrincherados cada uno en la victoria que les sonreirá y sin dejar espacio alguno para la catástrofe. El ex ministro de la Presidencia, Danilo Medina, del oficialista Partido de la Liberación Dominicana (PLD, liberal) y el ex presidente Hipólito Mejía, del Partido Revolucionario Dominicano (PRD, socialdemócrata), han recorrido cada palmo del país en múltiples ocasiones a lo largo de una campaña tan intensa como agotadora.
Medina y Mejía son dos viejos conocidos que ya se enfrentaron por primera vez en los comicios del año 2000, donde este último resultó vencedor y gobernó hasta 2004 cuando el actual presidente dominicano, Leonel Fernández, detuvo su intento de reelección.
El ex presidente Mejía denunció hoy (ayer) desde el sur del país, que el Gobierno está utilizando los organismos de seguridad del Estado para intimidar a dirigentes del PRD, "pero no estoy dispuesto a que me roben las elecciones de una manera indecente".
Reiteró que el Gobierno del PLD sigue utilizando los recursos del Estado en favor de Medina.
El candidato opositor advirtió, además, que no aceptará ningún tipo de represión contra la decisión del pueblo dominicano de sacar del poder a través de las elecciones.
"No entiendo cómo esta gente, que está corrompida hasta los tuétanos, quiere meter miedo a la dirigencia nuestra", dijo Mejía, según un comunicado de su comando de campaña.
En cambio, el aspirante oficialista cerrará hoy en Santiago (norte) su campaña electoral en esa región acompañado del propio Fernández y de su compañera de fórmula y primera dama, Margarita Cedeño, las tres cabezas principales del esfuerzo proselitista de un PLD que busca su tercer período de Gobierno consecutivo.
La lucha sin cuartel entre ambos candidatos ha crispado el ambiente electoral, pues mientras Medina es dado como ganador por la mayoría de las numerosas encuestas, Mejía resta calidad a esos estudios y reitera que la verdadera encuesta será la del día de las votaciones.
El ex presidente, sin embargo, ha debido realizar un esfuerzo extra en el tramo final de la campaña con el propósito de contrarrestar la fuerte ofensiva del oficialismo y de sus aliados que han concentrado su propaganda en machacar una serie de declaraciones al parecer contraproducentes que ha emitido Mejía en las últimas semanas.
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