Desafiando una pertinaz lluvia microcóspica, que
se alternaba con un huidizo Sol, este Jueves de Corpus Christi, la
feligresía católica otra vez como en los últimos años, congestionó las
casi 20 mil butacas y prácticamente todo el terreno de juego del estadio
Cibao del sector Gurabito, para respaldar los mensajes de un equipo de
obispos liderados en esta ocasión, por el auxiliar del arzobispado de
esta metrópoli, Valentín Raynoso.
Previo a la entrada del parque deportivo, millares
de creyentes se conglomeraron en la Catedral Santiago Apóstol del
Centro Histórico, desde donde emprendieron la gran “Marcha de la Fe”,
recorriendo la calle 30 de Marzo, avenida general Imbert, hasta pernotar
al escenario en donde fue realizada la celebración del Jueves Corpus.
En su mensaje en la homilía celebrada, el
religioso reclamó a los dominicanos colaborar de manera decidida y firme
con las autoridades gubernamentales, a fin de que sea exitosa la tarea
de combate al crimen y delincuencia puest en marcha por el presidente
licenciado Danilo Medina Sánchez, con el objetivo de devolver a los
residentes en el país la tranquilidad que desde hace años quieren.
Señaló, como “una corriente que ya nadie puede
vadear” los múltiples hechos de violencia y delincuencia que se producen
en el país “lo que está ocurriendo en pueblos, comunidades y
prácticamente en todas las esferas de la sociedad”.
Dijo, que “ ni siquiera los programas de
prevención y seguridad que han ido implementando las autoridades logran
controlar esa situación, por lo que se necesita la colaboración de todo
el pueblo, además de los esfuerzos que se hagan desde el Gobierno”.
Fue reiterativo en que el problema que representan
la violencia y la delincuencia “es nuestro y tenemos que enfrentarlo
entre todos y aportar lo que esté a nuestro alcance”.
Esperanzado, como un ruego proclamó, “todos,
iluminados por Cristo, nos tenemos que comprometer por el bien, la
verdad, la justicia y la paz, para construir así el reino de amor, de
justicia y de paz que Él vino a instaurar y que nosotros tanto anhelamos
y necesitamos en este momento”.
El obispo Reynoso, acompañado de otros sacerdotes,
presidió el majestuoso acto religioso en sustitución del arzobispo
Ramón Benito de la Rosa y Carpio, quien se recupera de una operación de
cataratas a que fue sometido en días recientes.
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