Los jueces de la Tercera Sala de la Cámara Penal
de la Corte de Apelación del Distrito Nacional, reenviaron este lunes
para el martes 4 de junio el conocimiento del recurso de apelación
interpuesto por el imputado Frank Jorge Elías, con el objetivo de que le
varíen la medida de coerción, dictada por un juez de un tribunal de
Atención Permanente, por la acusación de violencia de género.
A pesar de que la ley es para todos sin
privilegio, se observó que el empresario Jorge Elías, quien guarda
prisión preventiva por violencia de género en el Centro Correccional y
de Rehabilitación de San Pedro de Macorís, llegó con su cabello intacto.
El tribunal integrado por los jueces Ignacio
Camacho, Manuel Ulises Bonnelly y Doris Pujols Ortiz adoptaron la
decisión de aplazarlo debido a un incidente que presentaron los abogados
de Sandra Kurdas, a los fines de solicitar una pensión alimentaria de
50 mil dólares y protección, porque la denunciante dice temer por su
vida.
El abogado de Kurdas, Plinio Pina, dijo que
sometieron un recurso de amparo ante el juez Alejandro Vargas, cuando
éste conoció la coerción contra Jorge Elías.
“Solicitamos en su momento al juez Alejandro
Vargas varias cuestiones que están previstas en el Código Penal en favor
de la víctima a partir del artículo 809 numeral 6”, dijo Pina.
Manifestó que dentro de sus requerimientos están
la disposición de un domicilio particular para su defendida, “ya que
tuvo que salir del país por temor a su vida”; y que como la familia
tiene varias propiedades, consideró que lo justo era que Kurdas pueda
fijar su domicilio en República Dominicana.
También solicitó que al empresario se le imponga
una medida de distanciamiento, junto a una solicitud de no provocar
situaciones adversas contra Kurdas y sus hijos.
Consideró que es una obligación del empresario
cargar con los gastos de las terapias a la que su defendida tiene que
someterse para salir de la situación en la que ella y sus hijos se
encuentran.
Mientras que Kurdas aseguró que Jorge Elías
continúa manipulando a sus hijos y que eso la mantiene con mucha
tensión. Reveló que la sigue llamando desde la cárcel donde está y
además dio orden de quitar el servicio de la casa y ordenó a sus
empleados que se le impida la entrada a tres viviendas propiedad de la
familia.
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