La apertura de nuevas rutas de la droga que se
consideraban cerradas,falta de recursos para interceptar cargamentos,
gobiernos centroamericanos sobrepasados por la violencia de los cárteles
y políticas que no ayudan a reducir la demanda en EE.UU. fueron algunos
de los puntos más preocupantes destacados en una audiencia ayer el
Congreso.
El general John Kelly, jefe del Comando Sur, que opera
en Latinoamérica, y el almirante y comandante de la Guardia
Costera,Robert Papp, reconocieron que la situación está empeorando y
centenares de toneladas de droga se escapan a su control y llegan a las
calles estadounidenses.
Pese a la buena marcha de la cooperación
con los gobiernos latinoamericanos para romper la cadena del comercio de
narcóticos desde su origen, “redes sofisticadas y globales” están
consiguiendo introducir números récords de droga en EE.UU., el mayor
demandante de este tipo de sustancias del mundo.
“La zona en la
que luchamos (Latinoamérica) es el origen de las tres drogas más
peligrosas en Estados Unidos, cocaína, heroína y metanfetaminas, que son
producidas al sur de la frontera y transportadas en esta increíblemente
eficiente red criminal en la que se puede traficar también con
inmigrantes, armas o terroristas”, explicó Kelly.
El general dijo
que solo obtiene el 5 % de los recursos en reconocimiento, inteligencia y
vigilancia que considera que serían necesarios para intervenir
cargamentos de drogas que viajan desde Sudamérica a Centroamérica y
México por tierra, en avión, embarcaciones e incluso bajo el agua.
Del
mismo modo, sus socios de la Guardia Costera cuentan con menos
embarcaciones de las que requerirían, pese a lo cual han intervenido en
los últimos cinco años más de medio millón de toneladas de cocaína, el
doble que todas las demás agencias estadounidenses juntas. Ese número
representa solo alrededor del 20 % del tráfico de cocaína, droga que
junto con la heroína las anfetaminas son responsables de más de 40.000
muertes estadounidenses por sobredosis cada año.
“Cada vez estoy
más preocupado por la situación en el Caribe”, alertó el general Kelly,
quien dijo que hay países en esa zona “al borde del precipicio”, pese a
estar haciendo un trabajo encomiable.
Según el general todo apunta
que el corredor de la droga a través del Caribe va a seguir aumentando
en tamaño y puso como ejemplonuevos laboratorios de procesamiento
hallados en la República Dominicana.
Además, el cultivo de
amapolas para la producción de heroína se está incrementando en
Guatemala, país que junto a Nicaragua y otros vecinos Centroamericanos
se ha convertido en centro de producción de metanfetaminas y receptores
de químicos precursores procedentes de China.
AMPLIAR LA COOPERACIÓN
Los dos jefes militares que comparecieron hoy en el Congreso destacaron la importancia de ampliar la cooperación con países latinoamericanos y destacaron a Colombia como el ejemplo a seguir.
Kelly alabó la
labor que realiza el gobierno Colombiano contra los primerísimos
estadios de la producción y tráfico de drogas y afirmó que la aportación
de recursos por parte de Estados Unidos fue clave para el país desde
los 90 y lo puede ser para otras naciones que pasan por una situación
similar.
“Los logros de Colombia son trabajo de ellos. Dieron la
vuelta a la situación porque iban perdiendo de manera horrible y ya no
tenían otra opción”, explicó Kelly, quien recordó que ahora Colombia
ofrece sus conocimientos otros países en la región.
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