El juez del Tercer Juzgado de la Instrucción del Distrito Nacional, Amauris Martínez, aplazó para el 11 de marzo la revisión a la medida de coerción contra el empresario del transporte Arsenio Quevedo y Danilo Octavio Recio, acusados de conformar una estructura que dirigía a sicarios para asesinar a dirigentes rivales del tránsito.
El magistrado Martínez reenvió la revisión de la coerción a los fines que estén presentes familiares de la víctimas.
Quevedo, que al momento de su arresto era presidente de la Unión Nacional de Transportistas y Afines (Unatrafin), calificó las acusaciones como una trama en su contra, mientras que familiares de los chóferes asesinados clamaron justicia contra sus asesinos.
De su lado, la fiscal del Distrito Nacional, Yeni Berenice Reynoso, dijo que el Ministerio Público tiene más pruebas que incriminan a estas personas a la supuesta red dedicada al sicariato.
Quevedo y Recio fueron condenados un año de prisión preventiva en noviembre pasado acusados de encabezar una banda de sicariato que planificar y ejecutaba las muertes de chóferes y dirigentes sindicales rivales.
Esa decisión fue ratificada en diciembre pasado por la Tercera Sala Penal de la Corte de Apelación del Distrito Nacional.
De acuerdo al expediente instrumentado por la Fiscalía del Distrito Nacional, Quevedo "es el cabecilla de un grupo que ha hecho uso de la práctica criminal en todo el territorio nacional desde finales de 2008, conducta asesina que consiste en ejecutar transportistas por diferencias y conflictos en las distintas rutas del transporte público".
Asimismo, que el sindicalista "planificó varias ejecuciones que materializaba a través del regidor de Pedro Brand, Ericson de los Santos Solís (Ney), del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), quien también guarda prisión preventiva bajo acusaciones de sicariato.
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