Ana Daysi Batista, de 20 años de edad, ultimada a tiros junto a su esposo Starlin Mejía Polanco, tenía tres mes de embarazo y era estudiante de término de la carrera de Educación, mención orientación en la universidad ITECO.
Aunque en principio se corrió la versión de que fueron víctimas de un atraco donde también murieron tres de los delincuentes y dos resultaron heridos, ahora se cree fueron mandados a matar, pues los individuos no cargaron con ninguna pertenencia.
Además, los agresores eran nativos de esa zona y sus familiares residen a solo 500 metros de la escasa donde vivía la pareja en la comunidad La Cueva de Cevicos en la provincia Sánchez Ramírez.
En el tiroteo también resultó herido el militar identificado como Raudy Núñez, vecino de Starlin Mejía Polanco de 26 años de edad y quien fue quien dio la alerta a la policía sobre lo acontecido al anochecer del domingo.
Entre los delincuentes abatidos por los agentes a Carlos Santos González, un primo de éste y otro de nacionalidad haitiana, ambos sin identificar. En tanto que Esteban Santos, hermano de Carlos Santos González y Frank Capellán, resultaron heridos y apresados por la policía, cuando se desplazaban en el carro marca Sonata, color blanco. Al grupo se vincula varios atracos y otras muertes. El vehículo utilizado fue alquilado en una rent car.
La pasada semana la banda alegadamente mató a José Antonio Almonte, de 64 años de edad en presunto ajuste de cuentas en un conflicto con el hijo de la víctima. También están acusados de agredir al comerciante Juan Ariel Frías para despojarlo de la suma de 35 mil pesos.
Los velatorios de la pareja se hicieron por separado, el de Ana Daisy en la comunidad Zabalo donde reside su padre Francis Batista quien al ver su cuerpo en el ataúd, requirió que lo llevaran a un centro de salud. El de Starlin Mejía Polanco fue en su casa en La Cueva de Cevicos.
“Yo solo pido que se haga justicia y se investigue para saber quiénes están detrás de este crimen de mi hija”, dijo Francis Batista.
Aunque la banda que se dedicaba a labor de sicariato y atracos, son casi todos de Cotuí, supuestamente operaban en barridas de Santo Domingo.
“Esa gente parece que iba y venía de la Capital a Cotuí, pero no pensamos que cometerían estos hechos con personas conocidas”, expresó un pariente de Starlin Mejía Polanco quien no quiso identificarse.
Con estas cinco muertes, la provincia registra ahora 17 muertes violentas en lo que va de año.
Desde enero hasta septiembre la procuraduría general de la República establecía 11 muertes violentas.
Los comunitarios se quejan de la inseguridad que se vive en esa zona, debido a la falta de protección policial y del supuesto contubernio de autoridades con los delincuentes.
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