Estados Unidos reducirá desde el lunes 18 de marzo la validez de la visa categoría B2 que otorga a los cubanos no inmigrantes a solo tres meses y con una sola entrada en ese período, informó ayer la Embajada del país norteamericano en La Habana.
La categoría de visa B2, que permite realizar visitas familiares, de turismo, para tratamiento médico y propósitos de viaje similares, hasta el momento eran otorgadas por cinco años y permitían a los cubanos múltiples entradas a EE.UU.
"El Departamento de Estado ha reducido la validez de la visa B2 a tres meses y una sola entrada para los nacionales cubanos para igualar la validez inferior concedida por el Gobierno de Cuba a los ciudadanos de los Estados Unidos en categorías similares", indica una nota de prensa publicada en la web de la Embajada de EE.UU. en La Habana.
Además aclara que "ninguna otra categoría de visa para nacionales cubanos será objeto de modificación" y que las visas B2 de cinco años de múltiples entradas -otorgadas con anterioridad- "permanecen válidas hasta su fecha de vencimiento".
Asimismo, señala que la ley de inmigración del país norteamericano establece que las tarifas de las visas y los períodos de validez de estas "sean recíprocos, siempre que sea factible, con el tratamiento ofrecido a los ciudadanos de los EE.UU.".
"Cuba concede a los turistas estadounidenses visas de una sola entrada para una estancia de dos meses, prorrogables por otros 30 días para un total de tres meses, por una tarifa de 50 dólares", subraya el comunicado.
Recuerda que antes de la nueva disposición anunciada este viernes, el Gobierno de Washington concedía a los solicitantes cubanos de visa B2 un visado de múltiples entradas con 60 meses de validez por 160 dólares.
Cuba y EE.UU. anunciaron el restablecimiento de sus relaciones el 17 de diciembre de 2014, con Barack Obama en la Casa Blanca y Raúl Castro en la Presidencia de la isla, y lo materializaron con la mutua reapertura de Embajadas en 2015, la reanudación de los vuelos comerciales directos y la firma de acuerdos en áreas como seguridad, migración, educación, salud y cultura.
Pero la llegada de Donald Trump a la Presidencia en 2017 frenó la normalización de las relaciones bilaterales y ha revertido parcialmente la política de deshielo iniciada por su antecesor mediante la restricción de los viajes de estadounidenses a Cuba y la imposición de obstáculos a los negocios con la isla.
A ello se ha sumado el asunto de los misteriosos incidentes de salud reportados por Washington que han afectado a 26 funcionarios estadounidenses de la misión diplomática de EE.UU. en Cuba entre noviembre de 2016 y agosto de 2017, que han sido investigados pero aún no se ha podido determinar su causa.
Esta situación ha provocado tensiones y un deterioro en la frágil y tensa relación entre los Gobiernos de los dos países vecinos.
A ello, la Administración de Trump reaccionó con la retirada de la mayoría del personal de su legación en La Habana y ha acusado a Cuba de no haber protegido a su personal adecuadamente, mientras que el Ejecutivo del país caribeño ha negado tajantemente cualquier relación con lo sucedido.
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