La Fundación justicia y Transparencia considera que los partidos políticos traicionan a su militancia

Santo Domingo,La Fundación justicia y Transparencia (FJT) consideró este viernes que los partidos políticos en la actual coyuntura electoral, con la reserva de la mayoría de las candidaturas a cargos congresuales y municipales, hacen un flaco servicio a la democracia, lesionando el sagrado derecho que tienen sus adeptos, de competir en igualdad de condiciones por una posición electiva.

El presidente de la FJT, Trajano Vidal Potentini recordó a la clase política dominicana que el derecho a elegir y ser elegido está contemplado en nuestra actual ley sustantiva en el Artículo 13, numerales 1 y 2, que disponen lo siguiente: “Artículo 13.- Son derechos de los ciudadanos: 1- El de votar con arreglo a la ley para elegir los funcionarios a que se refiere el artículo 90 de la Constitución. 2- El de ser elegibles para ejercer los mismos cargos a que se refiere el párrafo anterior.

” De ahí que estamos en presencia de una grosera violación a derechos fundamentales condenada por nosotros, en el rol que jugamos, como entidad veedora del respeto a las leyes y a la institucionalidad, características distintivas de un estado social y de derecho, propio de los sistemas democráticos.

La Fundación justicia y Transparencia (FJT), entiende que las principales fuerzas políticas del país (PLD, PRD Y PRSC) han secuestrado el ejercicio de la democracia en la República Dominicana en desmedro de su propia militancia, sesgándole la posibilidad de acceder a un cargo electivo por sus meritos, trabajo político y vocación de servicio. Sostiene Potentini que lo que ha imperado en las cúpulas partidarias es la repartición de un botín de guerra producto del saqueo de la democracia dominicana, entregado en manos de los más connotados corsarios de la política vernácula.

FJT alberga la esperanza de que los políticos reflexionen y entiendan que las agrupaciones políticas no son parcelas particulares de sus principales dirigentes, y que le den un uso justo, racional y equitativo al monopolio absoluto que hoy por hoy en virtud de la ley electoral, mantienen del acceso a las candidaturas a cargos electivos.