Mientras el escenario nacional aún sigue inmerso en la “resaca” electoral, la sociedad dominicana está siendo sacudida por hechos de violencia y de criminalidad que laceran la paz y la tranquilidad ciudadana. A menos de 24 horas se han registrado dos a asesinatos en hechos separados y distintas circunstancias, como el de Edwin Mateo, ultimado la tarde del lunes por su amigo y compadre Rafael Díaz Mora, en una plaza comercial en el Distrito Nacional. En tanto que este martes, las autoridades reportaron el hallazgo del cuerpo de un hombre de nacionalidad italiana, en un apartahotel de la capital donde se hospedaba, quien falleció a causa de asfixia por estrangulación.
De acuerdo al informe de la Policía, el cuerpo del extranjero Bruno Giovanny Continansa, de unos 50 a 55 años de edad, fue encontrado con una correa de tela amarrada al cuello y la boca amordazada.
También, el pasado fin de semana fue hallado el cuerpo de la joven Bianca Quezada Paulino, de 27 años, quien había sido secuestrada días antes en su residencia de Bonao, provincia Monseñor Nouel. Sus verdugos, dos de ellos ya en prisión, cercenaron y luego pegaron fuego al cuerpo de la occisa.
Otro hecho y no menos importante, fue la muerte, en San Francisco de Macorís, de un hombre a causa de un disparo, por cuyo hecho fue investigado un niño de cinco años, quien alegadamente habría manipulado el arma de fuego.
Alegadamente, el señor Fabián A. González Duarte (Polo), quien se presentó el lunes ante las autoridades, entregó el arma de fuego al niño para que asustara al señor Arsenio Díaz Rodríguez.
También se recuerda, en medio del furor de la campaña electoral, el secuestro y posterior asesinato del menor Rafael Eduardo Jourdain, de cuatro años, de cuyo crimen es acusado un vecino de los padres de la víctima en el sector de Invivienda, municipio Santo Domingo Este.
El rapto del menor se produjo el 14 de abril y varios días después su cuerpo fue encontrado, en estado de descomposición. Fue necesario hacer prueba de ADN para poder determinar su identidad.
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