martes, 26 de junio de 2012

Politólogo dice golpe de Estado a Lugo sienta precedente peligroso


Santo Domingo,
 El politólogo y abogado, doctor Belarminio Ramírez Morillo, manifestó que el golpe de Estado de que fue objeto el presidente Fernando Lugo en Paraguay es un indicador obvio de que el sistema democrático no está aún consolidado en algunos países de América Latina.

El profesor universitario expresó que el hecho es muy peligroso puesto que pudiéramos estar retornando de nuevo a un ciclo de la historia política del continente que al parecer ya había sido superado.
El cientista político dijo en apenas tres años se han producido dos golpes de Estado en el continente –el golpe a Manuel Zelaya en Honduras en el 2009, y ahora a Fernando Lugo en Paraguay en el 2012-, y como la historia de los pueblos latinoamericanos ha sido cíclica, pudieran seguirse produciendo atentados contra la institucionalidad democrática en otros países del continente.

Belarminio Ramírez manifestó que el hecho de que la Organización de las Naciones Unidas y la Organización de los Estados Americanos no fueran capaces de doblegar a los grupos que depusieron al gobierno legitimo, soberano, popular y constitucional de Manuel Zelaya en Honduras, dejó el terreno abonado para que conductas políticas similares se produjeran en otros países del continente.

“Como los golpistas de Zelaya tuvieron éxitos, los protagonistas del golpe a Fernando Lugo están confiados en que no tendrán tropiezos, y de esto suceder, entonces los golpes de Estado volverán a ponerse de moda en América Latina.” Subrayó el abogado y politólogo.

El profesor universitario expresó que ahora tenemos una modalidad de golpe de Estado más peligrosa que como sucedía en el pasado, ya que en los años sesenta y setenta los atentados al orden democrático establecido eran protagonizados por los militares que se resistían a subordinarse al poder civil.

Enfatizó que ahora los protagonistas de los golpes de Estado están siendo los propios agentes que deben ser garantes de la democracia, ya que el golpe a Manuel Zelaya fue perpetuado por una complicidad entre los poderes legislativo y judicial, y ahora, el golpe a Fernando Lugo en Paraguay, ha sido una acción del senado de la República.

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